El apoyo de los padres en la etapa universitaria es básico y muy influyente en el bienestar general del estudiante. No solo se trata de pagar la universidad y procurar que su hijo se alimente, se trata de constituir un apoyo para ellos ¿cómo?

Como padres, muchas veces sabemos qué es lo mejor para nuestros hijos, sin embargo es momento de comenzar a escuchar y entender lo que

su hijo puede solicitar desde la propia experiencia y también es un buen momento para comenzar a confiar mucho más en las capacidades y el criterio de su hijo.

No podemos juzgar a priori a un padre que se sorprende, molesta o incomoda por el bajo rendimiento académico de sus hijos. El problema está cuando no hay un intento real por parte de los padres por comprender las razones básicas, profundas y reales que explican el bajo rendimiento y cuando los hijos no sienten la confianza suficiente como para poder abordar el tema sin temor (incluso cuando deben reconocer su responsabilidad) y comienzan a tejer una peligrosa red de mentiras y ?verdades parciales?.

No es suficiente preguntar más veces ¿cómo les fue en la universidad? (esto puede ser un inicio), pero hace falta mostrar un interés activo en las nuevas demandas que la universidad les exige. Por ejemplo, algunas frases o preguntas que pueden contribuir serían:

¿Cómo puedo ayudarte?

Avísame si algo te está haciendo falta.

Estoy aquí por si necesitas algo.

Estas preguntas demuestran un claro interés de cooperación con la labor académica de su hijo; aunque su hijo no conteste claramente a estas preguntas, se le quedará grabada la intención de apoyo de parte de sus padres, lo cual contribuye a su vez a relaciones parentales de mayor calidad, recuerde que nunca es tarde para fortalecerlas.

Ante todos estos cambios que el ser universitario genera, y a diferencia de la etapa escolar, su hijo pasa ahora a tener muchas más responsabilidades que deberá cumplir de manera autónoma, sin

confundir:

Psic. Annia Espejo