2 enero, 2014

Bienestar emocional: Reflexiones y acciones para ser felices

El bienestar emocional implica lograr el equilibrio y armonía en nuestra vida diaria; en nuestra relación e interacción con los otros. Por tanto, el bienestar no es una constante, sino un componente dinámico, que se construye a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, es al mismo tiempo una característica relativamente estable, pues también se comporta como un soporte interior que se encarga de sostenernos frente a las diversas experiencias que se nos presentan.
Es a partir de dicho soporte interno que enfrentamos las situaciones y problemas de nuestra vida diaria, es la base para la toma de elecciones y decisiones difíciles, el asumir una postura o determinado punto de vista, el comunicarse de forma abierta, enfrentar algún reto, etc. De este modo, es importante tener una imagen cabal de nuestra persona (integrando lo bueno y lo no tan bueno) y lograr una percepción ajustada a la realidad que nos permita ser felices y enfrentar la vida de forma positiva.
[accordion][accordion-group style=»light-grey» title=»+  ¿Cómo alcanzar el bienestar emocional?»]A través de la continua reflexión acerca de nuestras características (reflexión, no rumiación), el análisis de nuestro comportamiento cotidiano y ,en algunos casos, una  evaluación psicológica adecuada; podemos conocernos desde muchos de los ángulos que nos componen, logrando articular nuestros componentes positivos y negativos, lo que nos permite alcanzar una imagen realista y predominantemente positiva. Ello genera que podamos enfrentarnos a la vida de forma placentera.

Es importante ?practicar la felicidad?, es decir, dedicar por ejemplo unos minutos diarios a expresar la gratitud que tenemos por las diferentes cosas que suceden en nuestra vida (Ben- Shahar, 2010). Es un hecho comprobado científicamente que aquellos que se toman uno o dos minutos diarios para expresar su agradecimiento por aquello bueno que les sucede presentan mayores niveles de bienestar personal y emociones positivas: son más felices y asertivos, presentan menos síntomas de enfermedad, un mayor nivel de energía y son más generosos con los otros (Ben- Shahar, 2010). Por tanto, ejercita el hábito de manifestar tu gratitud todos los días, imagina aquello bueno que te sucedió, escríbelo, hazlo consciente.
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[accordion-group style=»light-grey» title=»+   ¿Qué no contribuye?»]Las auto-exigencias desmedidas que nos plateamos no obedecen a un autoconocimiento pleno, sino a una imagen desequilibrada y poco objetiva de nosotros mismos, la cual genera una baja autoestima, sentimientos de inadecuación, retraimiento social, poca asertividad, estrés y ansiedad constantes, problemas psicosomáticos y un pobre bienestar emocional, entre otros.
[/accordion-group][accordion-group style=»light-grey» title=»+   ¿Y qué sucede con aquellos aspectos no tan buenos?»]Realizar cambios en ocasiones puede ser bastante difícil, sobre todo si nos basamos solamente en nuestra autodisciplina, la cual a veces puede fallar. Es importante generarnos rituales, es decir, una serie de conductas muy concretas que se realizan en momentos específicos, de determinada forma y que cumplen con un objetivo importante para nosotros (Ben Shahar, 2010). Recuerda el ser humano es un ser de costumbres, por tanto, no podemos cambiar de forma repentina. Proponte una o dos cosas a cambiar y luego genera un ritual, una vez que hayas cambiado ello recién opta por mejorar otro aspecto con el que te sientas insatisfecho (Ben- Shahar, 2010).[/accordion-group]

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María Alejandra García Güemes
Psicóloga

 

[divider type=»thin»]Referencias
Ben- Shahar, T. (2010). Practicar la felicidad: Un diario gratificante para tu realización en 52 semanas. Barcelona: Plataforma Editorial.

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