Es difícil y duro darnos cuenta de que quien queremos nos haga daño, pero primero tenemos que cuidar nuestro propio bienestar y saber que hay situaciones que a la larga solo nos llevarán a involucrarnos en una relación que nos limite, nos haga sentir devaluados, tristes y desmotivados.

Por ejemplo, entre los elementos que comúnmente se presentan en relaciones poco saludables encontramos la hostilidad, que se presenta en forma de reproches, insultos, amenazas,

[blockquote source=»»]?yo la quiero pero?no me gusta cuando le dan ataques de celos y me grita frente a otros»[/blockquote]

también tenemos la desvalorización, que supone un desprecio de las opiniones de la pareja, las tareas que realiza o incluso de su propio cuerpo,

[blockquote source=»»]?deberías agradecer que me he fijado en alguien como tú??[/blockquote]

asimismo la indiferencia o falta de atención a sus necesidades afectivas y a sus estados de ánimo, que se manifiesta por el total desinterés por cómo se puede estar sintiendo la pareja, o por ejemplo, al saber que cierta acción molesta a la pareja y seguir haciéndola sin darle importancia.

Otro elemento es el control, que implica la necesidad de manejar la vida de la pareja, desde sus actividades, su tiempo, sus amistades y hasta su manera de vestir o de hablar,

[blockquote source=»»]?me ha prohibido salir con mis amigos del colegio, dice que son una mala influencia para mí?[/blockquote]

Estos son unos cuantos ejemplos de primeras manifestaciones de malos tratos dentro de las relaciones de enamoramiento, pueden darse en mayor o menor medida, o ir intensificándose con el tiempo, lo primordial es evitar minimizar las consecuencias de los incidentes de maltrato o pensar que ?no importa?ya pasará?, es mejor reconocer la necesidad de ponerle un alto a la situación desde el principio, pues de lo contrario podríamos vernos inmers@s en relaciones realmente dañinas que afecten nuestro desempeño académico, social, y nuestra salud mental y hasta física.