Se acaba el año y para muchos es momento de reflexionar respecto al cumplimiento de nuestras metas. ¿Son tus resultados como los que esperabas? ¿Vas bien en tus avances? ¿Tus motivaciones siguen siendo las mismas que cuando empezaste? Son preguntas que podrías estar evaluando, no solo para saber cómo vas, sino también para reflexionar respecto a qué tan acertadas fueron tus decisiones, al elegir tus cursos, tus actividades, y al definir cuáles fueron tus prioridades este año. Tomar una decisión implica tener una meta, pues las decisiones que tomas están orientadas a conseguir lo que quieres y deben estar enmarcadas dentro de un plan de acción. Recuerda que planificar cómo vas a conseguir tus metas es clave para hacer que estas sucedan. Un nuevo año es el momento ideal para revisar nuestras acciones, encontrar cuáles fueron nuestras fortalezas y en qué necesitamos mejorar, reflexionar sobre nuestros intereses y motivaciones, y establecer objetivos para el año que está por comenzar. ¿Cómo plantearnos objetivos? Te recomendamos plantearte objetivos S.M.A.R.T:

• S (específico): es importante que podamos ser específicos respecto a qué queremos logra, por ejemplo: quiero mejorar en un punto mi promedio ponderado durante el 2018-I.
• M (medible): sabemos que lo que no se mide, no mejora, por ello, deberás generar un indicador que te permita medir tu progreso. Por ejemplo: Para Mate II espero obtener 15 en la PC1, 16 en la PC2 y 14 en el Parcial.
• A (alcanzable): debemos plantearnos metas realistas que podamos lograr con el objetivo de mantenernos motivados.
• R (relevante): debe ser algo que realmente nos importe conseguir, que tenga sentido y se encuentre relacionado con nuestro proyecto de vida.
• T (tiempo límite): tener una fecha de vencimiento para nuestras metas permite que nos esforcemos al máximo por alcanzarlas y sobretodo no dejarlas pasar.

Después de todo ¿qué sentido tiene todo lo que estás haciendo si no sabes a dónde vas?