Las bebidas energizantes prometen aliviar el cansancio y eliminar el sueño de manera rápida. Al parecer te permitiría estudiar más tiempo y tener energía para poder amanecerte. Suenan perfectos para la semana de finales… Sin embargo, es importante que te hagas la siguiente pregunta: ¿conozco qué contienen y cuáles son los efectos que tienen en mí?
¿De qué está hecha una bebida energizante?
Entre los principales componentes se encuentran la cafeína, los aminoácidos taurina y L-carnitina, y el carbohidrato glucuronolactona. Añadido a ello, muchas bebidas colocan en sus etiquetas que contienen una “mezcla energética”, la cual no es descrita. Por lo tanto, es un componente del cual no tenemos ni idea de qué es ni de su grado de toxicidad.
⇒ Una bebida energizante equivale aproximadamente a 4 tazas de café puro.
¿Qué produce el consumo de estas bebidas?
Entre los problemas a corto plazo que te pueden generar las bebidas energizantes se encuentra la ansiedad, nerviosismo, taquicardia, aumento de la presión arterial, irritabilidad y dolores de cabeza.
Es importante resaltar que el impacto del consumo de estas sustancias a largo plazo se mantiene desconocido y será necesario esperar a que se realicen más investigaciones para poder determinar el efecto que tienen en las personas que las toman de manera recurrente.
Pero, ¿ayudan al rendimiento académico?
No hay evidencia científica sólida que soporte el uso de bebidas energizantes para mejorar el rendimiento cognitivo. De igual manera, no se ha confirmado que beneficie el rendimiento físico ni mejore el estado de ánimo. Por el contrario, hay múltiples reportes de casos en los cuales se asocia el consumo de bebidas energizantes con efectos adversos, afectando una gran variedad de órganos y sistemas.
¿Cómo puedo evitar tomar energizantes?
La mejor recomendación es organizarse y utilizar el tiempo de manera eficiente al estudiar para no tener que amanecerte para continuar estudiando. No dormir en la época de exámenes disminuye tu rendimiento académico y no permite que rindas adecuadamente al dar la evaluación, por más que tomes bebidas energéticas.
Referencias:
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Sánchez-Socarrás, V., Blanco, M., Bosch, C., & Vaqué, C. (2016). Conocimientos sobre las bebidas energéticas: una experiencia educativa con estudiantes de secundaria básica de Barcelona, España. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 20(4), 263 – 272
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